martes, 4 de noviembre de 2014

Floral

Me quito los shorts de mala gana. Yo no quería venir de compras pero como siempre la loca de mi amiga me ha arrastrado. No sé por qué insiste en que debo llevar un vestido para la fiesta de primavera.  Es una fiesta como tantas otras, celebramos el inicio del verano, del otoño, del invierno y ahora de la primavera. Ir a lago a charlar y beber con los amigos no merece tanta parafernalia porque al final terminamos sentados en el suelo y riéndonos a carcajadas de tonterías.
Mi amiga se asoma al probador y me deja tres vestidos.
—No pienso ponerme eso —digo cruzándome de brazos. Ella me mira enarcando una ceja y sé que no tengo nada que hacer.
—Y lo creo que sí, elige el que quieras pero tiene que ser uno de estos tres. Te espero aquí —cierra la cortina y me deja con estos tres vestidos.  Son de diferentes colores pero todos tienen algo en común, tienen estampado de flores.
Me pongo uno azul que no me gusta, otro rosa que no me viene y finalmente uno blanco. Me niego a probarme más cosas pero este tampoco me termina de convencer. Recojo mi melena rubia en una cola alta y decido ponerme firme. No tiene por qué obligarme a ir vestida así si no quiero.
Abro la cortina con decisión y sin pensarlo demasiado digo lo que tengo que decir.
—No pienso ponerme esto tan floral, me importa un pimiento la bendita fiesta de primavera. Pienso ponerme unos pantalones  y una camiseta y listo.
—Una pena, ese vestido te queda genial —levanto la mirada y veo a un chico increíblemente guapo mirándome con una sonrisa seductora. No me lo puedo creer, acabo de hacer el ridículo más espantoso de mi vida porque mi amiga ni siquiera está por aquí. Se acerca y acaricia mi pelo liberándolo de la cola. Acaricia mi cuello y acerca sus labios a los míos, casi estamos los dos dentro del probador pero entonces reacciono y le doy un bofetón con todas mis fuerzas.
— ¡Pervertido! —me toma de la cintura y me pega a su cuerpo. El corazón me late acelerado y cierta parte de mi cuerpo arde por una caricia suya.

—Hermosa —sin más estampa sus labios contra los míos, pienso en apartarle pero mi cuerpo va por libre y lo único que hago es acercar más mi cuerpo al suyo corriendo el riesgo de entrar en combustión espontánea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario